CONTEXTO DE MI AMBIENTE LABORAL


UNIVERSIDAD INTERAMERICANA PARA EL DESARROLLO



MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

I CUATRIMESTRE “A”



CREACIÓN DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE.



“Mí práctica docente”

M. E. LUPITA TALAMENTES SÁNCHEZ

LIC. EN EDUCACIÓN PRIMARIA JOSÉ JUAN VILLARREAL DEL REAL



Fresnillo, Zac. octubre del 2011.

Mi práctica docente.

Hablar de práctica docente es hablar de toda aquella acción que desempeña un maestro al frente de un grupo, sea buena o mala.

El resultado de dicha práctica se puede verse reflejado en las habilidades del alumno y su gusto por la escuela, además de la aplicación de lo que aprende en el salón. También influye en el comportamiento y vida extraescolar del alumno.  

Mi trabajo como docente lo desempeño en una escuela primaria rural, de tipo tridocente por lo que al no ser de organización completa es un poco más complejo desarrollar la docencia.

Soy un profesor nuevo, pues apenas tengo poco más de un año ejerciendo esta labor porque apenas egresé de la escuela normal. Sin embargo, el ser nuevo no significa no tener habilidades para cumplir con las obligaciones que esta profesión demanda.

Mi grupo tiene un total de veinticinco alumnos y está conformado por los grados escolares de 5º y 6º respectivamente. En quinto grado hay 14 alumnos (7 niños y 7 niñas) y en sexto grado solo 11 (2 niñas y 9 niños).

Es por ello que es algo más complejo atender las necesidades de los alumnos y del currículo.

Un grupo de un solo grado es más homogéneo que un grupo que tiene dos grados. Es decir, que el grupo que tengo es algo heterogéneo, con niños que tienen necesidades diferentes.

Como es de suponerse, la mayoría de los niños de sexto grado poseen más habilidades que los de quinto grado. Pero en quinto grado también hay niños muy despiertos que se aparejan a los niños de sexto grado.

Hay varios alumnos que tienen necesidades educativas especiales que no avanzan como debiera ser, quedándose algo atrasados en las actividades del día y en la comprensión de los contenidos, pero de cierta manera intentan salir a su paso hacia adelante. Estos alumnos se quedan dos horas extra después de clases para tratarles de dar una nivelación académica.

En contraste hay niños muy habilidosos  que terminan muy pronto las actividades, requiriendo de una serie de actividades extras para que no distraigan al resto de los niños.

Un día de clase.

Un día normal de clases sucede de ocho de la mañana hasta poco después de las tres de la tarde. Durante este tiempo hay que hacer el mayor esfuerzo posible para hacer rendir el tiempo.

Al iniciar la jornada escolar, se forman los alumnos en el patio cívico para hacer una rutina de instrucciones (tomar distancia, marcar el paso, etc.), revisar la higiene de los alumnos, dar indicaciones del día para después pasar al salón.

Dentro del salón se empieza con las actividades que marca el plan de trabajo. Cuando es un tema nuevo se exploran los conocimientos previos de los alumnos, se entabla un dialogo de preguntas y respuestas para valorar en un primer momento a los alumnos. Posteriormente, se dan las indicaciones para iniciar las actividades, partiendo de actividades comunes o iniciales, es decir, actividades iguales para los dos grados. Después de concluir las actividades iniciales, se pasa a las actividades diferenciadas, en las que cada grado tiene una actividad parecida, pero con diferente complejidad.

Durante el desarrollo de las actividades se les va pidiendo las tareas por grupos de cinco niños, esto para evitar una aglomeración, o mejor dicho “la fila de las tortillas”, en lo que se pierde tiempo y de alguna manera se genera algo de caos. 

Cuando los niños que terminan más rápido sus actividades se les da una actividad extra o se les pide que le ayuden a los compañeros que van más atrás.

Los alumnos pueden salir al recreo al cumplir determinado avance o determinados trabajos terminados, porque de lo contrario se forjan la idea de que nada pasa si no hacen nada o que si no hacen nada de todos modos pueden conseguir el privilegio de tomar un descanso.

A la hora de salida se dan las indicaciones finales acerca de la tarea y de las actividades que se realizaron, además de que se somete a los alumnos a una especie de juicio de valor en la que los niños valoran su comportamiento y ellos mismo dicen qué alumnos tuvieron un comportamiento negativo. Los niños seleccionados por los mismos alumnos hacen el aseo del salón.

También se hace una valorización mía de la comprensión de los contenidos de los alumnos, determinando si se quedan dos horas extras con base en su desempeño en las actividades realizadas a los largo de la jornada.

Cuando los alumnos terminan el aseo comienza la “otra clase”. En la que se vuelven a abordar los contenidos vistos en el día, reforzando los conocimientos de los niños y no se queden atrasados.

Durante esta sesión, se les puede dar una atención más personalizada, por lo que se puede lograr que los alumnos absorban más los temas.

Mi práctica docente no es perfecta, aunque hago lo mejor posible por hacer un buen trabajo. Mi práctica de cierta forma es buena, pues tomo en cuenta los conocimientos previos de los alumnos para lograr una mejor conexión entre esos conocimientos y los “científicos”, además de que las actividades que propongo funcionan.

Mis fortalezas como docente es que estoy “fresco”, por lo que tengo ganas de trabajar, tomo en cuenta a los alumnos, me apego a sus necesidades y a veces aprendo con ellos. Trato de hacer amena la clase y evitar el tedio.

Mis debilidades como docente es que no tengo un gran repertorio de experiencias, las cuales me permiten mejorar mi práctica y evitar ciertos errores que se pueden cometer. Otra debilidad es que en algunas ocasiones pudiera ser que no tengo dominio total sobre los contenidos de los temas que se manejan.

Un obstáculo que todo docente tiene es el tiempo que en muchas ocasiones suele acortarse de una manera dramática. En mi caso uno de los obstáculos es que no todos los niños aprenden a un ritmo promedio y teniendo dos grados complica más el ritmo de aprendizaje, lo cual puede ocasionar un desequilibrio tanto para algunos niños del salón como para mí como docente, ya que pueden quedarse sin comprender algo.

Algunos elementos interactivos que utilizo en mi práctica son los carteles, algunas proyecciones, imágenes, actividades que pongo en el pizarrón, dibujos, descripción de algunos términos o conceptos y compararlos con las “verdaderas”, la manipulación de materiales y la producción de materiales de los niños.

Los aspectos de los aprendizajes por transmisión que uso

En muy pocas ocasiones uso la metodología de la transmisión, aunque no la cumplo al pie de la letra, ya que de alguna manera es interactiva. Cuando hago esto es porque toco temas que deben tratarse con mucho tacto y mucha seriedad, es por ello que prefiero ser solo “expositor” y evitar que el tema tratado se preste a juego o burlas.

Pudiera ser que la materia de Ciencias Naturales se me dificulte un poco por los temas de la sexualidad y la reproducción humana que maneja. Pero a mis alumnos la materia que no les gusta es la de Español, porque es “puro escribir”, aunque yo no le veo tanta dificultad. Últimamente no se han quejado de ella y pareciera que ya la prefieren más.

Los recursos materiales que tengo para desempeñar mi práctica son: una computadora con enciclomedia y cañón, libros de texto, pizarrón, el salón, el medio natural, los útiles escolares de los alumnos y hojas de máquina.

Los recursos humanos que tengo a mi alcance son mis alumnos, los padres de familia, dos maestros y yo, ya que no contamos con un maestro de educación física, una maestra de USAER, un maestro de inglés, etc.